13.4.11

Despertó con más ansias que nunca, así que inmediatamente decidió que ese día regaría las plantas. Dejaría el árbol más grande y frondoso para el final, como siempre. Cuando por fin terminó de mojarlo completamente, una fuerte patada cayó en el tronco. Entonces, por 5 eternos segundos, volvió a sentir la dicha... extrañaba tanto la lluvia!

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